¿Tu casa parece todo el tiempo una zona de guerra? Golpes que vienen de todas las direcciones, gritos que se escuchan por encima de tu hombro, y, dios no lo quiera, tirones de pelo. Los hermanos están destinados a pelearse entre ellos, especialmente cuando los más jóvenes comienzan la etapa de la adolescencia y todas las hormonas se aceleran. Si te preocupa que las disputas entre tus hijos adolescentes se interpongan en el camino de la unión familiar, échale un vistazo a estos cuatro magníficos trucos.
- Haz que tus hijos adolescentes resuelvan el conflicto por sí mismos
La mejor manera de hacer que tus hijos adolescentes peleen menos es enseñarles a pelear mejor. No me refiero a animarlos a ser más agresivos, sino a mostrarles cómo llegar a una solución de manera eficiente. Cuanto más hagas que tus hijos ideen una manera de hacer concesiones cuando tengan conflictos, más adquirirán valiosas habilidades de negociación y aprenderán a resolver problemas más rápidamente.
Esto es esencial, ya que parte del desarrollo del cerebro de los adolescentes es aprender a replantear problemas para encontrar mejores opciones de solución.
Como consejo, podrías tratar de imponer una consecuencia natural para ambos adolescentes hasta que ellos mismos lleguen a una solución justa, con el fin de animarlos a pensar de forma crítica sobre la resolución de conflictos. Por ejemplo, si están discutiendo acerca de a quién le toca usar el auto, puedes impedir que ambos adolescentes conduzcan hasta que lleguen a un acuerdo. A medida que desarrollan esta habilidad, pueden adquirir el hábito de encontrar soluciones como reacción a los desacuerdos, en lugar de lanzarse directamente a la batalla.
- Crea tareas colaborativas
Las investigaciones muestran que cuando personas en lados opuestos de un asunto trabajan en conjunto, sus diferencias se reducen dramáticamente. Esta estrategia funciona con competidores del mismo rubro de negocios, rivales de diferentes equipos de fútbol y adolescentes agresivos que viven en la misma casa. Te sugerimos que propongas actividades en grupo, como por ejemplo, escoger juntos los alimentos en la tienda, trabajar juntos en las quehaceres del hogar para terminarlos más rápido, o incluso colaborar en la preparación de una comida familiar para que tus hijos se sientan menos como adversarios y más como compañeros de equipo. Es bueno tener en cuenta que una actividad de grupo efectiva es divertida para tus hijos adolescentes, pero también se desarrolla de manera más rápida cuando deben apoyarse mutuamente.
- Anima a tus hijos a que se ayuden mutuamente, haciendo el papel de padre
Para este truco, deberás esperar a que se presente la oportunidad adecuada. Tal vez uno de tus hijos adolescentes se tuerza el tobillo jugando después de la escuela, o tal vez necesite que lo lleven de vuelta a la escuela para recoger un libro de texto que olvidó en su casillero. Estas son ocasiones estupendas para pedirle al hermano de tu hijo adolescente que intervenga y brinde su ayuda. Hacerse favores mutuamente es una oportunidad fundamental para crear vínculos que permitirán que tus hijos adolescentes puedan confiar el uno en el otro en el futuro, en lugar de estar en desacuerdo. Es crucial que no exijas a uno de tus hijos que ayude al otro, ya que eso le hará sentir que está ayudando a regañadientes, solo porque mamá o papá lo ha pedido. En última instancia, querer ayudar a su hermano debe ser una decisión personal de tu hijo , por lo que le recomendamos animarlo a que reconozca que ayudar a la familia es lo correcto.
- Trata a tus hijos adolescentes de manera justa
Cuando los adolescentes sienten que sus padres los tratan injustamente, se tornan conflictivos. Los conflictos entre hermanos estallan por el trato desigual que reciben en lo referente a quién puede quedarse fuera más tarde, a quién le dan un teléfono móvil primero, o quién tiene permitido traer amigos a casa mientras el otro tiene que estudiar. Además, si actúas de manera injusta, tu hijo podría volverse más desafiante y rebelarse a tus reglas y normas. Para reducir los conflictos entre hermanos adolescentes, te sugerimos que demuestres imparcialidad prestando la misma atención y afecto a cada uno de tus hijos, sin compararlos y alabando a cada uno por sus fortalezas individuales.
Es importante recordar que dar a tus hijos adolescentes un trato justo no es lo mismo que darles el mismo trato. Todos los adolescentes son diferentes y necesitan diferentes niveles de apoyo en diferentes áreas de sus vidas para alcanzar el éxito. Cuando haya una diferencia en la forma en que son tratados sobre algún asunto como quién es responsable de hacer determinados quehaceres, asegúrate de que tus hijos adolescentes entiendan tu razonamiento y entiendan que tu decisión es JUSTA, aunque cada uno de ellos experimente algo DIFERENTE.
Una crisis prevenida
Emplear estos cuatro trucos te ayudará a reducir la cantidad de conflictos que experimentas en casa. A medida que tus hijos aprendan a relacionarse entre ellos, a resolver sus propios problemas y a sentirse en igualdad de condiciones, tendrán muchas menos razones para pelearse. ¡Así que dile adiós a la zona de guerra y hola a la tranquilidad!
Biografía del Autor:
Andy Earle es un investigador que estudia la comunicación entre padres e hijos y las conductas de riesgo de los adolescentes. Es el cofundador de talkingtoteens.com y anfitrión del podcast Talking to Teens, un programa de entrevistas semanal gratuito para padres de adolescentes.